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29/7/10

Ya no los hacen como antes #4: Enthusia


Enthusia Professional Racing (2005) es un juego para PlayStation 2. Esto lo convierte en el juego más reciente de los que he hablado en esta serie de artículos. Aunque todavía soy reticente a considerar la PS2 como "retro", si tomamos el arbitrario margen de 10 años que propone Vintage Computing and Gaming podríamos decir que ya lo es.

En cualquier caso, aunque el Antes del título se refiera a una época algo más reciente, puedo asegurar que, desgraciadamente, Ya no los hacen como Enthusia.

EPR fue la propuesta de Konami en el formato de los simuladores de carreras. En la época, el juego más popular en ese ámbito era el Gran Turismo de Polyphony Digital. Una serie ya consagrada desde los tiempos de la primera PlayStation que contaba con montones de aficionados y seguidores acérrimos. Un empleado de Konami llamado Manabu Akita pensaba que podría hacer un juego superior a Gran Turismo, y lo consiguó con creces. Los simuladores de carreras de coches son la quintaesencia del juego "de género" y a pesar de eso Enthusia demuestra un elegantísimo entendimiento de cómo hacer un buen videojuego, aprovechando el diseño de mecánica y estructura más allá del ámbito de la propia simulación
El modo de juego principal, llamado Enthusia Life, es tan diferente en su estructura a otros juegos de coches que explicarlo llevará un tiempo. El objetivo es llegar a ser el mejor piloto ganando la "carrera del año". Para ello, deberemos clasificarnos en diversas carreras para aumentar nuestro ranking. A medida que sube el ranking ganaremos acceso a categorías más altas y carreras más exigentes.

Este ranking se calcula mediante un sistema de puntos que depende de la dificultad de la carrera en la que participemos y el puesto en el que nos clasifiquemos. A su vez, la dificultad depende del coche que hayamos elegido conducir, en comparación a los coches rivales, y de la pista donde compitamos.

Elegir el coche es la decisión más importante de Enthusia, ya que determina nuestras opciones. A diferencia de Gran Turismo, el menú sólo nos mostrará las carreras en las que podemos participar, así que no existe la tediosa necesidad de ir probando diferentes pistas sólo para recibir el mensaje de que nuestro coche no es apto para la carrera. Por otro lado, nunca veremos carreras como "Desafío coches de época" hasta que no cambiemos a un coche clásico, ni nos aparecerán los circuitos de rally si no llevamos un coche capaz de correr por las arenas.

El juego se divide en semanas y las carreras se celebran una vez por semana. Las 9 mejores puntuaciones conseguidas en las ultimas 12 semanas son las que cuentan para calcular el ranking. Cuando elegimos una carrera, un panel de información nos muestra los puntos que conseguiríamos al acabar en cada puesto. Sólo se consiguen puntos por acabar la carrera en 4º puesto o superior, en carreras de seis coches, aunque también hay duelos en los que competimos contra un único coche. En ese caso para conseguir los puntos tendremos lógicamente que vencer al rival. Cuanto mayor sea la dificultad de la carrera mayores serán los puntos a ganar. Por lo general, si llevamos un superdeportivo contra coches normales y acabamos de primero, obtendremos menos puntos que llevando un coche poco potente a la misma carrera y acabando de tercero


Despues de R1, está RS, la categoría más alta a la que accedemos por una carrera especial y nos da acceso a los coches de carreras de más alta gama. La carrera del año es una épica batalla a 4 vueltas en el Nürburgring Nordschleife.
En vez de utilizar un engorroso sistema de dinero, conseguimos los coches ganando carreras. Cada vez que nos clasifiquemos, una ruleta nos dará la oportunidad de ganar cualquiera de los coches que hayan participado en la carrera y hayan quedado en algún puesto por debajo de nosotros. No tenemos garantizado recibir un coche, ya que existe la posibilidad de que la ruleta caiga en la ranura vacía, pero esto es poco probable al principio del juego. Los coches que ya poseamos se eliminan automáticamente de futuras ruletas. Este sistema favorece que el jugador consiga nuevos coches a un ritmo regular, y al ser una ruleta aleatoria, le presenta con coches que normalmente no llamarían su atención en un principio.

La selección de coches en sí es otro punto interesante de Enthusia Professional Racing. Con 211 coches para elegir, el abanico automovilístico puede parecer una minucia comparado con los más de 700 vehículos que ofrece Gran Turismo 4. La principal causa de esto es que el proyecto Enthusia no contaba con el mismo presupuesto de un juego emblemático como GT4. Este reducido número se suple con una selección no estándar de coches que incluye vehículos de coleccionista como el BMW M1, o el raro supercoche EB110 de Bugatti. Es cierto que se echan en falta algunos fabricantes —Lamborghini, por ejemplo— y sería estupendo poder pilotar algunos coches exóticos como el Zonda F, pero por lo demás ¿quién necesita 23 variantes del Lancer Evolution o 17 modelos de RX-7? Tan sólo los aficionados más exigentes demandan tanto detalle. Enthusia, dentro de sus límites, presenta una selección de los más emblemáticos e interesantes coches que se puedan conducir.

Si describimos a Gran Turismo como un juego creado para amantes de los coches, a Enthusia deberíamos describirlo como un juego para los amantes de la conducción. Su filosofía se aleja de la idea de un "buffet libre" de coches para lanzar a la la pista y en cambio promueve que el jugador aprenda a conducir, elija un coche, se acostumbre a él, se encariñe con él, se familiarice con sus matices y llegue a dominarlo en cualquier situación. Y es que ¿de qué sirve jugar a un simulador de carreras si la simulación no es buena?

La simulación de la conducción es el punto fuerte de Enthusia. Sus competidores de la época le suparaban en el departamento de juego online (Forza Motorsport) o en cantidad de coches disponibles (Gran Turismo 4) pero el vencedor indiscutible en el realismo de la simulación es Enthusia. No voy a extenderme en detalles, hay cantidad de vídeos en YouTube que demuestran el impresionante nivel de detalle y realismo del juego —según Wikipedia, Enthusia es el primer juego que se molestó en simular la forma correcta en la que operan los cambios automáticos de velocidades— Pero este realismo es una espada de doble filo. He oído a críticos y usuarios quejarse de que el juego es "demasiado realista" y que algunos coches "son incontrolables", particularmente los FR —Para los no entendidos: FR son las siglas de Front-Rear, que describen a los coches de motor frontal y tracción trasera, una configuración que no es particularmente estable—

Reconozco que un juego tan realista aumenta bastante la barrera de entrada. Yo también tenía problemas para no chocar cada dos por tres cuando estaba empezando a jugar. Sin embargo, he de decir que las críticas de que los coches son incontrolables no son justas.

Cuando yo empecé con Enthusia , me empeñaba en conducir exclusivamente coches FR. Mientras que un coche FF —motor frontal, tracción en las ruedas delanteras, la configuración de la mayoría de utilitarios— es más estable en carretera y tiende al subviraje, los coches FR tienden al sobreviraje, lo que los hace particularmente buenos para el drifting. Al principio me costaba habituarme a compensar el volante en las curvas, activaba la ayuda en el cambio de marchas para ir poco a poco, concentrándome en una cosa cada vez hasta dominarla. Las indicaciones que vienen al final del manual del juego sobre la línea óptima para tomar una curva y las diferencias entre subviraje y sobreviraje me resultaron muy útiles al aplicarlas al juego. Poco a poco fui mejorando. Al poco rato conducía siempre con cambio manual, para tener mayor control. Aprendí a conducir coches FR con total normalidad.


Duelo en descenso por la carretera de montaña Dragon Range con un RX-7. Una de mis carreras favoritas en Enthusia.
Quizá lo que más cimentó la calidad de la simulación de Enthusia en mi experiencia fue aquella vez que estaba leyendo en la Wikipedia sobre las técnicas que los pilotos callejeros utilizaban para hacer drifting. Me quedé realmente sorprendido cuando probé esas mismas técnicas en el juego y funcionaron exactamente tal y como estaban descritas.

En definitiva, si encuentras el juego demasiado incontrolable, sigue intentándolo. Es perfectamente jugable incluso con un Dual Shock. Gran Turismo pone las cosas más fáciles, pero no es tan satisfactorio. Para mí fue una gran decepción empezar con GT4 (el primer Gran Turismo al que jugaba) tras haberme acostumbrado a Enthusia y, a pesar de que escogí exactamente el mismo coche en los dos juegos (un RX-7 FD3S), en cuanto arranqué en GT4 no hacía más que estrellarme. La distribución de pesos estaba toda mal, me confundía la forma en la que se aplicaba la inercia a los coches y el manejo en general no cuajaba con la manera de conducir a la que estaba acostumbrado, haciendo el juego injugable para mí. Así que no es que Enthusia sea más incontrolable que GT4. Todo depende la perspectiva y la dedicación que le pongas a cada juego.

Pero no podría hablar de la simulación de Enthusia sin mencionar el VGS, una pieza de interfaz absolutamente brillante, uno de esos toques de genio que separan un juego al uso de uno diseñado buscando la mayor calidad. El VGS consta de dos partes, un marco en la pantalla que simula la posición de la cabeza del piloto, y el indicador principal, un círculo en parte inferior de la pantalla con un diagrama animado de nuestro coche, que indica dinámicamente la tracción y orientación de cada rueda y una bola amarilla que indica el centro de gravedad del coche.

Teniendo en cuenta que estando sentados en el sofa delante de la PS2 no vamos a notar físicamente el efecto de las fuerzas G en nuestro cuerpo, aprender a leer el VGS se convierte en una gran ayuda para saber cómo debemos pilotar correctamente el coche en condiciones de carrera. Cuando una rueda pierde tracción, se ilumina en rojo. La bola que indica la fuerza G deja un rastro que se desvanece, lo que nos permite intuir, de manera visual, la trayectoria y las correcciones de volante que tenemos que hacer en carretera. Así explicado puede parecer excesivamente complicado, pero una vez que se conoce el significado es tan fácil leerlo como cualquier otro elemento del HUD. Un estupendo detalle es que el diagrama del coche representa las proporciones, grosor, tipo de tracción y distancia de ruedas del coche que estemos conduciendo en ese momento y pueden verse las variaciones gráficas.

Atención al detalle no le falta al juego, desde luego. Es posible que la pista de Nürburgring no esté texturada de forma tan realista, con todos los graffiti en la carretera, como en GT4 —personalmente yo prefiero la atmósfera intensa e idealizada de la versión de Enthusia— pero de todos modos hay cantidad de detalles individuales de cada coche, como por ejemplo el pitido que emite el FD3S cuando hay que cambiar de marcha (algo exclusivo para ese modelo) o que todas las luces de freno tengan un efecto animado de la luz desvaneciendose al encenderse y apagarse, en lugar del simple reemplazo de texturas de otros juegos, que indican que este es un juego hecho con mimo y cuidado.

El otro modo de juego principal se llama Driving Revolution, y es el modo de entrenamiento, por así decirlo. Consiste en una serie de niveles, divididos en 4 etapas cada una, que pueden intentarse en cualquier orden. Una vez superadas las 4 etapas, se puede acceder al siguiente nivel. Las pruebas en sí están diseñadas para demostrar el comportamiento de diferentes tipos de coche y enseñar técnicas de conducción en los distintos circuítos y entornos, como por ejemplo qué hacer en circuitos donde hay barro en los bordes de la carretera o cómo conducir en entornos de lluvia o nieve. Lo genial de este modo es que todas las pruebas están diseñadas con un único elemento de juego, un indicador rectangular transparente que debemos atravesar con el coche. El indicador está cruzado por una barra que varía según la velocidad que llevemos. Si la barra está muy baja, significa que debemos acelerar, si está muy alta, debemos frenar. La mayor puntuación se consigue si atravesamos el indicador cuando la barra está a la mitad. Si superamos un mínimo exigido de puntos, ganamos la etapa. Se nos penaliza, al igual que en las carreras, por chocar, salirnos de la vía o ir en dirección contraria.


Circuitos nocturnos, con lluvia o nieve. Enthusia ofrece gran variedad de condiciones en diferentes pistas.
Esta elegancia en el diseño de juego hace que, si se me disculpa de nuevo la comparación, las pruebas de selección de Gran Turismo parezcan una chapuza. Y a diferencia de éste, en Enthusia no es obligatorio jugar a Driving Revolution para poder acceder a las carreras normales. El juego te da la opción de lanzarte y aprender a pilotar por instinto si eso es lo que prefieres. Algo que se agradece, porque las pruebas de Driving Revolution pueden llegar a ser increíblemente exigentes, sobre todo en niveles avanzados donde se dice que es prácticamente obligatorio jugar con un buen volante para superarlas.

Uno de los mayores defectos, sin embargo, es que son los coches que se desbloquean en Driving Revolution, y no en Enthusia Life, los que pueden usarse en los demás modos de juego: Time Attack, Versus y Carrera Libre. Estos modos son lo que cabría esperar, sin nada particularmente destacable. Por desgracia, el modo Versus sólo funciona en pantalla partida, lo cual es un problema a la hora de ver el circuito ya que, al menos para mí, la forma preferida de conducir en Enthusia es con la cámara en primera persona —normalmente prefiero ver el coche en tercera persona en juegos más arcade— y la pantalla partida quita mucho espacio para ver por dónde se circula.

A pesar de estos pequeños inconvenientes, Enthusia se alza probablemente como el mejor simulador de coches para consola de la era PS2. Incluso hoy día, cinco años más tarde, algunos de sus detalles e innovaciones todavía no han sido replicados con éxito en otros títulos. A pesar de estar tristemente infravalorado debido a su dificultad y realismo, y a quedar eclipsado por la mayor popularidad de GT4, Enthusia es una obra maestra que recomiendo encarecidamente a los amantes de la conducción y de los juegos sólidamente diseñados. Es un juego que ha aguantado el paso del tiempo, aunque sería estupendo que Konami nos sorprendiese con un Enthusia 2 para las consolas de alta definición, conservando todo lo bueno de este juego y aprovechando la oportunidad para corregir sus pequeñas carencias como el multijugador, y ampliar la selección de coches. Hasta entonces, seguiremos jugando a este clásico para convertirnos en el piloto del año.

2 comentarios:

  1. Anónimo5:18 a. m.

    muy buen analisis de un gran juego que hasta ahora nadie a superado

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  2. Okey ya mismo me lo bajo y comienzo a jugarlo

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