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27/3/07

300 (***)


Esto. Es. Esparta!

Este sábado fui a ver esta película. Con la magia del Bittorrent y los crecientes precios de las entradas (menos mal que hay descuentos para estudiantes), cada vez voy menos a ver películas en pantalla grande. Sabía que 300 era importante verla en el cine. No quedé defraudado.

Antes de nada, quisiera comentar que no he leído la novela gráfica de Frank Miller (situación que pienso remediar tan pronto como me sea posible) y mis comparaciones con esta serán por fuerza, limitadas. Dicho esto, comencemos:

300 es una de las películas con más fuerza, ultraviolencia y, directamente, hombría que han salido en mucho tiempo. La testosterona fluye a raudales, y tanto la narración como la presentación visual se recrean en la ambientación. Es una pura película de entretenimiento, con una historia simple, directa y efectiva.

No se trata sólo de una película en la que se ve a gente matando gente, sino que tiene, a mayores, algunos detalles más sutiles que me han llamado la atención.
Se trata principalmente del estilo narrativo. Como se puede esperar de las obras de Miller (como mínimo de otras demostraciones de virilidad tipo Sin City) hay una gran cantidad de narración contada por una voz en off. Mientras que en Sin City el traslado entre cuadro de cómic y voz en la pantalla era demasiado literal y, en ocasiones, cutre y superfluo, en 300 funciona mucho mejor por virtud de un pequeño detalle: el narrador es explícito en todo momento. El soldado espartano Dilios es el que cuenta la leyenda de los 300 de Esparta. Este recurso queda un poco diluido por las escenas intermedias que se centran en la esposa del rey Leónidas en Esparta. Entiendo que estas escenas no estaban en el cómic, pero fueron añadidas a la película para mantener el ritmo bajo control. Desde luego, 90 minutos de batalla sin pausa sería demasiado para una superproducción de Hollywood, y por otro lado, las escenas intermedias no deberían robar el protagonismo de la trama principal, pero encuentro que tal vez podrían haberlas hecho más interesantes. Son demasiado neutras, contrastan mucho con la batalla en las Termópilas.

Pero volvamos a Dilios.

Lo más interesante de su narración es precisamente que tiene todos los ingredientes de una leyenda pura. Una historia épica para pasar de generación en generación.
no olvidemos que Dilios, como sus 299 compatriotas espartanos, estaba entrenado para ser el soldado definitivo. Olvidando su propio bienestar, su individualismo, todo en favor de su patria y de su unidad. Para él los persas son el enemigo, aquellos que suponen una amenaza para su tierra. Es lógico que los describa como seres deformes y malsanos, como monstruos. Es lógico que veas a un elefante como una gigantesca bestia de guerra, cuando no eres más que un soldado de infantería defendiendo un desfiladero.
Este enfoque es el que abre la posibilidad de mostrar el aspecto más fantasioso de la película, que nos muestra criaturas imposibles y unidades exóticas y temibles con las que se enfrentan los protagonistas (me gustaron especialmente los orcos ninja).
Mientras que los persas son los enemigos, los espartanos son los buenos, siempre tiene razón y su forma de vida es la única posible. Es una narración totalmente unilateral, pero desde luego, la película no sería ni la mitad de interesante, ni divertida, si no se hubiese exagerado tanto esta faceta de la historia.

Quejas, tengo pocas. Quizá un uso excesivo de la cámara lenta. Cuando vi el trailer deseé que las escenas de combate no fuesen así en la película final. En el momento de ver la película, no resultaron estar tan mal, de hecho, es una de las pocas películas que recuerdo en las que el efecto de cambiar rápidamente entre cámara lenta y acelerada queda bien. Sin embargo, en escenas que no son de combate, la cámara lenta es un tanto excesiva. Me viene a la mente una escena particularmente grave, en la que una cabeza (previamente separada de su cuerpo por un troll árabe con hachas en lugar de brazos) da varias vueltas en el aire en un primer plano demasiado largo.

La banda sonora es principalmente la típica música épica, pero en algunos momentos se usan piezas con guitarras eléctricas y toques de rock o electrónica que no desentonan en el conjunto. Estos momentos son escasos, y me hubiera gustado ver cómo exploraban más a fondo esta selección musical.

En conclusión. Una gran película para ver al cine, divertirse y salir con la adrenalina a tope. Y no olvidemos que hay cuerpos masculinos esculturales en gran número, que especialmente harán las delicias del público femenino.

Ahora, a esperar el próximo estreno: Piratas del Caribe 3.